En una de las primeras entradas de éste Blog les conté cómo me hice coleccionista de comics... una de las cosas que recuerdo con más nostalgia de aquellos tiempos es la impaciencia que me generaba la idea de conseguir más revistas para leer. Cada promoción que veía en las páginas de las revistas Perfil parecía prometer la lectura de una revista aún más emocionante que la que tenía en mis manos, y en los correos de lectores veía que practicamente todos los personajes que seguía en un lado u otro tenían colección propia.
Creo que las revistas que los lectores Argentinos pedían con mayor frecuencia eran la Legión de Superhéroes y los Nuevos Titanes... para serles honestos no recuerdo en qué momento supe de la existencia de la Crazy All Comics, tal vez había algún volante dentro de las revistas que me traía mi Papá del Centro o algo, pero lo cierto es que supe que en Chile también había una tienda que se dedicaba exclusivamente a vender comics y tenía que ir... fui y encontré una variedad increíble de revistas, mucho más de las que imaginaba que podría haber (aunque hoy no me impresionan tanto, jaja) y siguiendo los consejos de Cartas Veloces, compré un Taco de los Titanes.
El Taco en cuestión contenía la Saga de Trigón y se convirtió rápidamente en mi comic favorito, el dibujo era simplemente espectacular, y la historia era mucho más compleja y emocionante que als que había leido hasta entonces, sin embargo existía un inconveniente... sólo llegaron a Chile de forma masiva los números de la segunda etapa de Zinco con los Titanes, los que correspondían a la colección Baxter y que publicaban la etapa inmediatamente anterior a Crisis (Saga de Trigón, Titanes Míticos), y luego saltaban a la época del regreso de George Pérez en el #50 de 1989, donde comenzaba el clásico "¿Quién
es Wonder Girl?" (todavía se debate al respecto :-D).
En fin, los Titanes tenían estas grandes historias, todas muy bien dibujadas
y sin embargo todavía podía leer de vez en cuando en los correos españoles, lo buena que había sido la etapa anterior y me daba rabia no tener la posibilidad de comprar esas revistas... pero internet cambió todo.
En la actualidad tengo toda la etapa de Wolfman y Pérez en comics digitales aunque no los haya leido (jajajaja), y pude por fin comprarme el Contrato de Judas, probablemente una de las historias más clásicas, no sólo de los Titanes, sino que en general... es lejos una de las revistas más referidas y más recordadas de los Titanes y probablemente muchos la consideren la mejor (chúpate esa Geoff Johns!!).
¿Cuál es la premisa? Los Titanes tienen una nueva integrante, Tara Markov A.K.A Terra, una joven de 15 años con poder sobre la madre tierra, capaz de manipularla a voluntad, poco a poco se ha hecho parte del grupo y los Titanes le han ido revelando sus secretos, ignorando que ella en realidad trabaja para Deathstroke, The Terminator, o Slade Wilson (que de ser un personaje interesante por su indefinición moral, se convirtió en un sicótico y genocida). Quienes hayan visto la serie animada de los Titanes habrán visto una adaptación bastante fiel de ésta historia, con la salvedad de que la Terra de ésta historia, es un personaje verdaderamente malvado y sin redención posible, algo que Wolfman se encarga de recalcar vehementemente hacia el final de la historia.
Ignoraba al momento de comprar ésta historia que una de las razones de la fama del Contrato de Judas radica en que constituye un punto de inflexión importante en la historia de los Titanes. En ésta historia no sólo se desarrolla una historia dramáticamente potente, sino que se suma el abandono de la identidad de Robin por parte de Dick Grayson, quien hacia el final de la saga adopta el nombre de Nightwing inspirado en sus mentores, además de la presentación de uno de mis Titanes favoritos Joseph Wilson, A.K.A. Jericho y la partida de mi personaje favorito en general, Wally West que en aquella época corría por las calles de
New York con el nombre de Kid Flash.
El Contrato de Judas es una gran historia, llena de personajes clásicos y villanos clásicos (aparecen aquí tres de los enemigos clásicos de los Titanes, Deathstroke, la organización terrorista H.I.V.E. y el Hermano Sangre), un gran equipo creativo (Wolfman y Pérez, qué más quieren?) y si algo se puede reclamar a éste TPB es la ausencia de las portadas originales dentro de la re-edición (que perfectamente pudieron incluirse al inicio de cada capítulo o como apéndice) y los horribles cuadros computacionales que tapan el recuadro original que contiene el nombre del capítulo, sus autores ese odioso listado con la plana directiva DC y demás requerimeintos legales, reemplazándolo por un monolito rectangular pintado con algún diseño de fotoshop y que contienen el nombre de cada capítulo imitando un grabado sobre piedra.
Si tienen la oportunidad de incluir éste TPB dentro de su pedido de Backlist,háganlo, seguro que aunque no tengan un vínculo emocional con los Titanes, disfrutarán de todos modos ésta historia.
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